Los palets pueden clasificarse, entre muchas otras cuestiones, por el material por el que están fabricados. De esta manera se pueden encontrar palets de madera, plástico y metálicos y cada una de estas modalidades tiene sus ventajas y sus inconvenientes.
En cuanto a los palets de plástico, hay una serie de cuestiones que los hacen mucho más beneficiosos.
Destaca, en primer lugar, su carácter ecológico. Los palets de plástico pueden ser reciclados íntegramente, a lo que se suma además que en el proceso de fabricación por inyección puede emplearse material 100% reciclado, proveniente de palets o de otros productos fabricados a partir de sustancias poliméricas.
En cuanto a facilidades para su manipulación, los palets de plástico son mucho más ligeros que los de madera, además de tener una estabilidad en dimensiones que los hacen más cómodos de cara a su transporte y almacenamiento. Comodidad que también se traduce en seguridad de cara a los trabajadores que tengan que manipularlos, ya que no tienen astillas u otras imperfecciones propias de la madera.
Por otra parte una nueva ventaja en este tipo de palets es su impermeabilidad. No hay ningún problema en su contacto con el agua, lo que supone también una mayor facilidad en su limpieza. Esta mayor resistencia a agentes externos tanto físicos como químicos también hace que tengan una mayor vida útil.
A pesar de estas ventajas, los palets de plástico también tienen sus inconvenientes por lo que en ocasiones será más indicado elegir los de madera o los metálicos. Para ello, tendrá que tener muy en cuenta las necesidades y el trabajo para el que se vaya a utilizar.
